No olvidarse de comer
Vamos viendo pueblos pequeños y buscamos alguna sombra para comer, que tiempos aquellos que se paraba debajo de un árbol y tu madre sacaba la nevera y la fresquera y esa fiambrera de metal que llevaba plato dentro. Ahora paras y todo el mundo te mira por si estás robando trigo.
Recordaros que no pongo todo lo que veo, solo selecciono un poco de lo que me voy encontrando en el camino, que no busco hacer una guía de viajes.
Llegamos a Alcubierre, de este pueblo podemos destacar su iglesia de estilo mudejar, pero, si me permitís, yo destacaría la pastelería Berdún, así, como lugar reseñable y a destacar del pueblo
De aquí nos vamos a buscar algún cerro para ver las vistas y desde luego encontramos un lugar impresionante, pero el último tramo a pata que eso la furgo no lo sube, otra vez
Tenemos que intentar ver la puesta de sol desde aquí, que hoy está despejado, así que sacamos la bici para dar una vuelta y matar la tarde por aquí
Y ya pues hicimos noche y como tengo mi reloj que va como el de las gallinas, pues vimos amanecer, las vistas del sitio son impresionantes, para quedarse a vivir
Después de pasar por algunos pueblos, alguno que ya hemos visitado antes y otros que tienen poco que reseñar, llegamos a Lanaja, un pueblo muy interesante y donde creo que queda claro que hemos dejado el románico en tierras de Huesca y esto ya apunta a otro estilo muy distinto, el pueblo tiene una ermita que te permite ver una bonita panorámica y las cigüeñas muy de cerca, incluso tengo algún video volando
Y de aquí me encamino a un sitio que merecería un monográfico pero que lo voy a colar aquí, y que una vez más confirma que tenemos demasiado patrimonio o poco dinero para mantener tanto como hay en este país, que pena que tanto se esté perdiendo. Llego a la Cartuja de la Fuentes, que tengo la enorme suerte de que está abierta y puedo verla por dentro, es espectacular y no importa cuanto gasten en restaurarla, faltará más
Da igual cuanto os intente explicar como es el sitio, no importa lo que me esfuerce, me quedaré corto siempre, no se cuantas habitaciones conté con las paredes llenas de pinturas, me quedaría allí una semana si me dejasen, mirando todo tranquilamente (aquí también tuvieron su Cecilia, la del Ecce Homo, pero ya lo veis en persona). Os dejo descansar, que habréis mirado cada foto con detenimiento y estaréis cansados. Besis
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